La degustación de este intenso y suculento platillo, muy en boga el día de hoy, es motivo de cuestionamientos frecuentes sobre el vino a utilizar para lograr un maridaje agradable. La idea es que el vino ennoblezca los sabores de la gastronomía.
Si el salmón es un platillo con sabores más intensos que cualquier otro pescado blanco, necesita un vino más complejo que un vino blanco generalmente.
Primero: Las guarniciones son indispensables… Las ideales son el arroz salvaje y las verduras cocidas y poco condimentadas. Ante esto, habitualmente los vinos blancos le quedan cortos a la intensidad de este maravilloso pescado y los tintos no complementan apropiadamente o “chocan” en la mayoría de los casos, a excepción de los ligeros como un Beaujolais (Cepa Gamay) o un Pinot Noir (Entre otros).
¿Salmón a la parrilla?…. Vino rosado y si es de Provenza o del Loire, mejor. Hay rosados mexicanos que empiezan a ser del gusto del público: Nuba, Ímpetu, Cadillac rojo, etc.