La música “clásica” en el cine va más allá de la simple ambientación. Su papel es esencial para transmitir el tono y la atmósfera de una escena, y para provocar
“Madama Butterfly”: Este melodrama trágico en tres actos, estrenado en Milán en 1904, cuenta la historia de amor entre una geisha japonesa llamada Cio-Cio-San (Madama Butterfly) y un oficial naval
Cita bibliográfica que menciona a Cata Musical por Roberto Dumois como un producto ejemplo de Mercadotecnia sensorial.
La apreciación de la música, su comprensión o entendimiento, no surge de una mera actitud pasiva, sino de una disposición propicia que podríamos calificar de escucha activa. No suele bastar por tanto la